El objeto de este proyecto fue la rehabilitación integral de un inmueble situado en el número 38 de la rúa de Casas Reais de Santiago de Compostela, dentro del recinto intramuros y regulado por el “Plan Especial de Protección y Rehabilitación”.

Se trata de un inmueble probablemente de 1920 que ocupa una parcela estrecha y profunda entre medianeras, propia de cascos urbanos medievales, con acceso desde la rúa de Casas Reais, y también desde un pequeño patio comunitario al que se accede desde la rúa da Oliveira.

El inmueble tiene 3 plantas, de las cuales la baja está destinada a actividad comercial y las dos plantas superiores están ocupadas por sendas viviendas. Esta configuración básica no se ha modificado con nuestra intervención. Sin embargo, desde el punto de vista constructivo, el inmueble se encontraba en muy malas condiciones, habiéndose declarado previamente la “ruina técnica” del mismo. Conviene resaltar que la intención inicial del Promotor era la de destinar las dos viviendas para alquilar, cuestión esta que determinó de manera importante tanto la inversión, como el tipo de acabados empleados.

Vivir en el Casco Histórico de una ciudad como Santiago de Compostela, supone poder disfrutar a diario de entornos y lugares singulares, completamente distintos a los que habitualmente conforman las ciudades que construimos hoy en día. Pero muchas veces también supone asumir renuncias respecto a los hábitos y niveles de confort con los que solemos vivir.

Por eso cuando abordamos este proyecto, nos planteamos el reto de ofrecer a los usuarios de estas viviendas la posibilidad de disfrutar plenamente del estilo de vida que supone vivir en un entorno Patrimonio de la Humanidad, pero sin renunciar en la medida de lo posible a las comodidades habituales de la edificación contemporánea.

El proyecto desarrollado aborda dos retos propios de una edificación de estas características. Por un lado, como construir con los requerimientos del Plan Especial, y al mismo tiempo cumplir con las expectativas de confort de cualquier construcción contemporánea. Por otro, como garantizar unas condiciones adecuadas de iluminación y ventilación en un edificio con una parcela entre medianeras tan profunda.

Nuestra propuesta constructiva consistió en una estructura mixta formada por pontones de madera laminada de eucalipto y tablero contrachapado, sobre el que se ejecutó una losa de hormigón armado de 60 mm de espesor, vinculada a los pontones mediante conectores metálicos. Sobre esta losa una lámina especial y un recrecido de 40 mm, permitieron obtener el comportamiento acústico requerido.

En cuanto al segundo aspecto, nuestra estrategia para lograr unas buenas condiciones de iluminación y ventilación consistió en introducir un pequeño patio interior. Este pequeño patio construido con un cerramiento de cristal y tablero de madera, ha permitido mantener el espacio de la cocina en el centro de la pieza y próximo a la escalera, pero además ha dado lugar a un juego de relaciones entre las diferentes piezas que se sitúan en su entorno, que junto a una concepción fluida de la planta aporta a las viviendas unas cualidades que le dan carácter y singularidad. Por otra parte, las escasas dimensiones de la planta del patio favorecen la intimidad necesaria entre ambas viviendas.

De la misma manera que los espacios públicos del Casco Histórico, resultado de su propio proceso de conformación, son atípicos e irrepetibles, los espacios interiores de estas dos viviendas, consecuencia de una parcela muy profunda, un perímetro heterogéneo, y el anhelo de la luz, resultan singulares y poco convencionales.