Nuevo Mercado Municipal de Riveira
-
Localización — Riveira, A Coruña
-
Fecha — 2012 // 2015
-
Promotor — Concello de Riveira
-
Empresa Constructora — Acciona Infraestructuras, S.A.
-
Autores — Angel Cid y Silvia Diz
-
-
-
Colaboradores — Maite Gómez, arquitecto. Jorge Aragón, estructura. Samuel Fernández, arquitecto técnico. Gaia Enxeñería, instalaciones.
-
-
-
-
Superficie (m2) — 3.202
-
Presupuesto (€) — 3.500.000€
-
Elaborado a partir de un proyecto previo cuya construcción ya había sido iniciada, este proyecto afronta el enorme hándicap que supone el desarrollo en altura de un edificio destinado a Mercado Municipal, vinculando la actividad de venta de producto fresco tradicional de estos mercados, a las nuevas tendencias que incorporan a estos lugares la degustación y el consumo de los productos ya elaborados. En definitiva, se trata de un inmueble con cuatro plantas y una terraza destinados enteramente a la alimentación, la gastronomía y la hostelería.
El edificio está situado en el frente marítimo del municipio, en el emplazamiento del anterior Mercado, que fue demolido para construir este nuevo edificio. Tiene una superficie de 3.200 metros cuadrados y una altura total de 16,5 metros.
La necesidad de entender el edificio como un todo, hace que resulte especialmente importante la relación entre las plantas que se establece a través de un vacío interior que ocupa toda su altura. Es una gran linterna que permite compartir luz, sonidos y visiones, y que busca provocar sinergias entre plantas distintas y actividades diferentes. Pero es también un vacío compartimentado. Un lucernario de cristal situado entre la planta baja y la primera, evita la propagación de olores y otras interferencias entre distintos usuarios.
Las 4 plantas tienen una configuración similar: un espacio central vinculado al vacío interior, flanqueado en el lado suroeste por las escaleras mecánicas, en el lado sureste por los elementos de servicio (aseos, escaleras de evacuación e instalaciones), y en los 2 otros lados por los espacios destinados a puestos de venta cerrados. Sin embargo, cada planta tiene un carácter diferente, debido a la disposición de los puestos de venta, la dimensión y posición de los huecos de fachada, y también a los diferentes acabados.
La planta baja, configurada para albergar los puestos de los placeros actuales que se dedican principalmente a la venta de los productos frescos y en especial pescado fresco, tiene una atmósfera de acabados metalizados y colores grises, con una mancha azul intenso que evoca la relación del producto con el mar. Un gran hueco en el cerramiento de la fachada suroeste, marca el acceso al edificio, y vincula el espacio interior con la calle peatonal.
La planta primera es una planta bastante cerrada, prevista para la venta de productos complementarios a los que se ofrecen en la planta inferior. Tiene los espacios destinados a los puestos de venta en dos laterales, con su hueco más importante en la esquina entre ambos, vinculado a la plaza situada en la avenida del Malecón.
Las plantas segunda y tercera son las plantas previstas para la degustación y consumo de los productos elaborados. Estas plantas, al igual que la primera, tienen una atmósfera diferente a la de la planta baja, menos industrial, con acabados blancos y negros, techos abiertos de lamas y pavimento cementoso, y una mancha de color diferente que le dan un carácter más sofisticado.
La altura de estas plantas y la posición del edificio en el borde marítimo, permite ofrecer al desarrollo de estas actividades de carácter lúdico, unas condiciones singulares que hemos querido aprovechar. Para ello hemos ubicado los puestos de venta en un lateral, abriendo un gran hueco en la fachada que se abre al mar, de manera que se pueda establecer una conexión directa entre el espacio central y la ría. Pero este vínculo no nos parecía suficiente si se quedaba limitado tan solo a sensaciones visuales. Entendemos que nuestra cultura del ocio nos aporta a través de la ocupación de la calle experiencias que nos permiten ir más allá. Por eso hemos querido que gran parte de este hueco fuese practicable, de manera que se pudiese disfrutar también de los olores y los ruidos de la actividad portuaria, de la brisa del mar en verano, … de lo que ofrece la “calle”, pero en un espacio cubierto y protegido.
La cuarta planta es una terraza abierta, de 350 metros cuadrados de entarimado de “cumarú”, cerrada por el sur y por el oeste, prevista para un uso estacional que permitirá disfrutar de unas excelentes vistas de la ría de Arousa.
Es un edificio compacto, que tanto por su morfología como por la textura de su piel tiene vocación referencial. Además, es intencionalmente cerrado para ser energéticamente eficaz y sostenible. Sus aperturas están localizadas de tal manera que potencien al máximo la relación de su actividad interior con el pueblo y con la ría.
Su fachada construida con paneles de cristal blanco polar, provoca reflejos y luminosidad que convierten al edificio en un gran cubo de hielo, ofreciendo sensaciones de limpieza y frescura que pretenden asociar la plaza de abastos de Riveira con la venta del mejor pescado y el mejor producto fresco.